Contratar un seguro de vida solo hasta una edad determinada o para toda la vida
Todos nos sentimos responsables del bienestar de nuestra familia y queremos proteger a nuestros seres queridos ante cualquier adversidad, sin dejar en manos de la suerte su futuro. El seguro de vida es la herramienta que nos permite proteger financieramente a nuestra familia en caso de que nosotros ya no podamos hacerlo. Por lo tanto tener un seguro de vida es un acto de cariño que debería hacernos sentir bien con nosotros mismos.
¿Qué tipo de seguro de vida es el adecuado para mí?
Para poder garantizar el futuro económico de la familia primero debemos realizar un estudio de obligaciones financieras y de necesidades, tanto actuales como futuras. Contar con el asesoramiento de un profesional del sector nos ayudará a elegir el tipo de seguro más adecuado a nuestras circunstancias y el capital que debemos asegurar.
Teniendo en cuenta el tiempo durante el cual vamos a necesitar estar cubiertos podremos contratar dos tipos de seguro de vida: Vida Entera (permanente) o temporal, para aclarar las diferencias utilizaremos un símil que nos resultará familiar: “¿Comprar un casa o alquilarla?” mientras el seguro de vida entera (permanente) se asemejaría a comprar la casa, el seguro de vida temporal sería el equivalente a alquilarla, veamos las principales diferencias:
En definitiva, el seguro de vida más adecuado para su familia es aquel que estará en vigor cuando más lo necesiten: cuando usted no esté para poder contribuir a sostener la economía familiar (colegios, transporte, hipotecas, gastos médicos, etc.); o cuando los hijos son más mayores y tienen que pagar su educación universitaria o establecer un negocio; o cuando es necesarios hacer frente a gastos derivados de la sucesión (impuestos, gastos de profesionales, etc.). Si además de las coberturas de fallecimiento tenemos en cuenta que el seguro vida entera nos puede ayudar a constituir un importante ahorro que estará disponible en vida para hacer frente a cualquier imprevisto, la balanza puede decantarse a favor de la ‘compra’ frente al ‘alquiler’.
