El próximo 3 de abril comienza del plazo para presentar la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas, un trámite que genera confusión para muchos contribuyentes. Sin embargo, comprender algunos conceptos fundamentales es esencial para nuestra educación financiera y la gestión responsable de nuestros recursos.
¿Qué es la Declaración de la Renta?
La declaración de la renta, también conocida como la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), es un trámite tributario anual que deben realizar las personas físicas residentes en España para informar a la Agencia Tributaria de sus ingresos y gastos obtenidos durante el ejercicio anterior.
¿Cómo se calcula la cuota tributaria?
El cálculo de la cuota tributaria en la declaración de la renta se realiza siguiendo una serie de pasos:
1.- Determinar la base imponible
La base imponible es la cantidad resultante de restar a los ingresos totales del contribuyente los gastos deducibles y otras cantidades legalmente aplicables.
2.- Obtener la base liquidable
Una vez determinada la base imponible, se aplican mínimo personal y las reducciones fiscales a las que el contribuyente tenga derecho, como por ejemplo por aportación a sistemas de previsión social, planes de pensiones, planes de previsión asegurados, etc. Las reducciones aplicadas disminuyen la base imponible y, por lo tanto, el importe sujeto a tributación.
3.- Aplicar las escalas de gravamen sobre la base liquidable para obtener la cuota íntegra
Una vez aplicadas las reducciones, a la base liquidable se le aplica la escala de gravamen del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta escala es progresiva, lo que significa que cuanto más alta es la base imponible liquidable, más alto es también el tipo impositivo aplicado.
El importe resultante es la cuota íntegra.
4.- Determinar la cuota líquida
Sobre la cuota íntegra se aplica una serie de deducciones que pueden incluir deducciones por inversiones en vivienda, donativos o deducciones autonómicas entre otras. De esta forma obtenemos la cuota líquida.
5.- Cálculo de la cuota diferencial
Se calcula restando a la cuota líquida los pagos a cuenta. Los pagos a cuenta son las cantidades que hemos ido abonando a la agencia tributaria a través de las retenciones en nóminas que nos han practicado o en las declaraciones trimestrales si somos autónomos.
6.- Cuota resultante de la declaración
El último cálculo para obtener el resultado de la declaración es aplicar a la cuota líquida las deducciones por maternidad, familia numerosa o personas con discapacidad a cargo.
La cuota resultante de la declaración es la cantidad total final que hay que pagar a Hacienda, si es positiva, o que ésta nos debe devolver, si es negativa.
La importancia de las reducciones de la Base Imponible
Como hemos visto anteriormente, la disminución de la base imponible es clave para optimizar el ahorro fiscal. Estas reducciones nos permiten disminuir el importe sobre el que se aplica el gravamen, de lo que resulta directamente un menor importe a tributar y, por tanto, se reduce la carga tributaria permitiéndonos conservar más ingresos en nuestras manos.
Entre las deducciones a aplicar se encuentran las aportaciones a sistemas de previsión social complementaria como Planes de Previsión Asegurados (PPA), Planes de Previsión social Empresarial (PPSE) o Seguros Colectivos de Dependencia. Estos productos no solo nos benefician de forma inmediata a través de un importante ahorro fiscal, sino que también nos proporcionan beneficios adicionales:
En el caso de los Planes de Previsión Asegurados (PPA) y los Planes de Previsión Social Empresarial (PPSE), garantizan un capital para complementar la pensión de jubilación del contribuyente, ofreciendo así una seguridad financiera adicional en la etapa de retiro. Por otro lado, los Seguros Colectivos de Dependencia brindan una ayuda económica en caso de que el asegurado sufra una situación de dependencia, lo que supone una protección adicional para él y su familia.
Estas opciones de previsión social no solo representan una forma inteligente de planificar el futuro financiero, sino que también son una herramienta eficaz para optimizar la carga tributaria y obtener beneficios fiscales en la declaración de la renta. Al aprovechar estas deducciones, los contribuyentes pueden garantizar un mayor bienestar económico tanto en su etapa laboral como en la jubilación, además de contribuir al desarrollo de una sociedad más sostenible y protegida.
Comprender los cálculos de la declaración de la renta y aprovechar al máximo las estrategias de ahorro fiscal puede marcar una gran diferencia en tus finanzas personales.
Si necesitas ayuda para planificar tu futuro financiero de manera más efectiva, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nuestro equipo de expertos está a tu disposición para prestarte asesoramiento personalizado y ayudarte a tomar decisiones que aseguren tu bienestar presente y futuro.